Las estadísticas oficiales muestran que el consumo de patata fresca per cápital al año en España ha descendido drásticamente en una década, desde 36,5 kilos a los 24 kilos actuales. De hecho, la superficie cultivada ha descendido en niveles similares. Además, el sector está cada vez más concentrado, ya que las diez primeras empresas por volumen de compra controlan casi un tercio de la producción nacional.
Como en otros tantos sectores, la innovación y el marketing resultan fundamentales para abrirse un hueco en el mercado. El fomento de la propia imagen de la marca ha hecho que algunas empresas se hayan hecho un hueco propio en el mercado, cuidando la presentación y llevando a cabo políticas de comunicación que les permitan diferenciarse.
Todo sin olvidar que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha designado a la patata como cultivo estratégico en la lucha contra la pobreza. Un gran potencial que está por descubrir.