viernes, 19 de octubre de 2012

Cambios en Anprogapor

La Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor) tiene nuevo timón. Miguel Ángel Higuera es el nuevo director de esta asociación, que representa a los productores de un subsector ganadero tan representativo como el porcino.
El relevo se produjo el pasado verano, aunque lo cierto es que la transición ya se estaba realizando en el seno de la asociación un año y medio antes, con Higuera en el cargo de adjunto a la dirección.


Reunión de los responsables de Anprogapor con representantes del Ministerio.


El nuevo director de la asociación nacional llega en un escenario con nuevos retos para el porcino. Uno de los que puede tener una mayor repercusión en la rentabilidad de las explotaciones, y en el futuro del propio sector, es la futura normativa europea de bienestar animal que entra en vigor el próximo 1 de enero de 2013. Aunque la amplia mayoría de los ganaderos está dispuesto a afrontar las reformas necesarias para adaptarse a las nuevas exigencias, el gran obstáculo sigue siendo la financiación. Sobre todo en la situación actual con una crisis en el sector motivada, fundamentalmente, por el espectacular incremento de los costes de alimentación y por ende los de producción.
Por otra parte, los futuros cambios en la Norma de Calidad del Ibérico abren un nuevo escenario para los productores.
De esta forma, se ha producido el adiós, aunque no total, de José Antonio del Barrio, que ha sido director de Anprogapor durante 33 años. En esas tres décadas, ha defendido los intereses de los ganaderos del sector porcino en España y en la Unión Europea, dando a conocer la entidad en el ámbito íberoamericano. Desde ahora, Del Barrio será asesor de Anprogapor, asociación que, desde la nueva dirección, seguirá defendiendo y representando a los productores del sector porcino.

martes, 16 de octubre de 2012

La patata, un cultivo en la encrucijada

El cultivo de la patata es uno de esos subsectores agrícolas que se encuentra en un momento complicado, en una encrucijada, después de haberse convertido durante siglos en uno de los pilares en los que se ha basado la alimentación de la población española y de otros muchos países.
Las estadísticas oficiales muestran que el consumo de patata fresca per cápital al año en España ha descendido drásticamente en una década, desde 36,5 kilos a los 24 kilos actuales. De hecho, la superficie cultivada ha descendido en niveles similares. Además, el sector está cada vez más concentrado, ya que las diez primeras empresas por volumen de compra controlan casi un tercio de la producción nacional.





Como en otros tantos sectores, la innovación y el marketing resultan fundamentales para abrirse un hueco en el mercado. El fomento de la propia imagen de la marca ha hecho que algunas empresas se hayan hecho un hueco propio en el mercado, cuidando la presentación y llevando a cabo políticas de comunicación que les permitan diferenciarse.
Todo sin olvidar que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha designado a la patata como cultivo estratégico en la lucha contra la pobreza. Un gran potencial que está por descubrir.

jueves, 11 de octubre de 2012

La importancia de ser diferente

El lineal de las superficies comerciales se ha convertido en el escenario de la batalla. El consumo en los hogares aumenta mes a mes, quizás empujado por esa crisis económica que cada vez afecta más al consumidor medio. En esas circunstancias, saber comunicar las características diferenciales del producto y potenciar la imagen de marca son aspectos vitales para obtener el reconocimiento del mercado.
Los datos del Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) son elocuentes. Las últimas estadísticas, referidas al pasado mes de julio, señalan que el consumo en los hogares ha aumentado un 1,6% en el último año móvil. Suben prácticamente todos los sectores: derivados lácteos, huevos, carnes, frutas, hortalizas, aceite, vinos, conservas de pescado... Las únicas excepciones negativas son el pescado fresco y la carne de ovino-caprino.




Ante este aumento de la compra por parte de los consumidores españoles, con la consiguiente reducción de los gastos en restaurantes, la principal batalla se libra en el lineal del supermercado. En ese contexto, la imagen de marca y los recuerdos inmediatos que despierta en el consumidor a la hora de elegir su producto resultan fundamentales para obtener mayores ventas. 
Por lo tanto, una adecuada campaña de comunicación, eligiendo los mejores soportes y los mensajes más precisos para resaltar las bondades del producto, puede ayudar a las pequeñas y medianas empresas a obtener una diferenciación decisiva ante los consumidores. Es tiempo de darse a conocer.

viernes, 5 de octubre de 2012

Las dos caras de la misma moneda

Agricultores y ganaderos. Suministradores de materias primas y compradores de alimento para el ganado. El eterno juego doble en el que se ven involucrados los productores del sector primario. Cuando el cereal alcanza precios altos, los agricultores ganan... pero los ganaderos ven reducida su rentabilidad. Si el cereal baja, problemas para los agricultores... pero los ganaderos pueden ver aliviada su cuenta de gastos.




 
El mercado de las materias primas ha cambiado en los últimos años. Con una constante evolución al alza, lejos quedaron las cotizaciones de hace una década. Los analistas más expertos ya coinciden en afirmar que no se trata de un cambio coyuntural, sino que es una nueva situación que ha venido para quedarse.
El entendimiento entre agricultores y ganaderos, que en realidad son las dos caras de una misma moneda, se convierte en imprescindible en este contexto actual. La volatilidad de las materias primas no es una buena noticia para nadie, ni siquiera para los agricultores que se ven beneficiados a corto plazo, ya que una reducción de la demanda puede provocar a largo plazo que no haya compradores suficientes en el mercado. Las dos partes deben cuidarse. Así, los contratos entre agricultores y ganaderos, no solo a nivel sectorial sino también en acuerdos particulares entre productores cercanos, pueden aportar estabilidad tanto a agricultores como ganaderos. Un nuevo camino y una esperanza para el futuro.